Talleres de Córdoba se encuentra en el centro de un escándalo tras el partido que disputó contra São Paulo por la Copa Libertadores 2025. La Conmebol ha abierto un expediente disciplinario luego de que un hincha del club cordobés realizara gestos ofensivos, considerados racistas, durante el encuentro que finalizó con una victoria 1-0 a favor del equipo brasileño en el estadio Mario Alberto Kempes.
La controversia estalló cuando un video grabado por un aficionado de São Paulo captó a un simpatizante de Talleres haciendo gestos de mono, dirigidos hacia la hinchada visitante. Esta acción ha sido claramente interpretada como un acto discriminatorio y ha generado una ola de condenas en el ámbito deportivo. La Conmebol, que se ha comprometido a combatir el racismo y la discriminación en el fútbol, no tardó en iniciar el proceso disciplinario correspondiente.
Las posibles sanciones para Talleres podrían incluir una multa económica significativa y la prohibición de jugar con público en futuros partidos de la Copa Libertadores. La entidad sudamericana está decidida a tomar medidas firmes en este caso, utilizando la situación como un ejemplo para disuadir comportamientos similares en el futuro.
El hincha que fue identificado en el video también podría enfrentar un veto que le impida asistir a cualquier evento organizado por la Conmebol, lo que subraya la seriedad con la que se está tratando este asunto. La decisión de la organización va en línea con acciones recientes que han tenido lugar en el fútbol argentino, donde otros clubes han sufrido consecuencias por incidentes racistas.
No es la primera vez que un club argentino se ve involucrado en situaciones de este tipo. En octubre de 2024, Belgrano fue multado con 100.000 dólares por gestos racistas de sus hinchas durante un partido contra Atlético Paranaense. Asimismo, Boca Juniors recibió una sanción similar en la Copa Sudamericana 2024, con una multa de 193.000 dólares por infracciones que incluían actos discriminatorios.
Este nuevo episodio pone en evidencia la necesidad de continuar trabajando en la concientización y educación de los aficionados sobre el respeto y la inclusión en el deporte. Las instituciones deben asumir un papel activo en la lucha contra el racismo y la discriminación, promoviendo un ambiente donde todos los jugadores y hinchas se sientan valorados y respetados.
La situación de Talleres es una prueba más de que el fútbol debe ser un espacio de inclusión y respeto. Los próximos pasos de la Conmebol y las acciones que tome el club cordobés serán observados de cerca por la comunidad futbolística, que espera que se tomen decisiones adecuadas para erradicar el racismo de una vez por todas.
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