Este joven de 22 años emprendió una travesía extraordinaria, viajando a pie y haciendo autostop desde San Martín hasta la capital paraguaya, todo con el objetivo de apoyar a su equipo en la final de la Copa Sudamericana.
La historia de Alejo comenzó hace unos días, cuando decidió que quería estar presente en este importante encuentro. Su esfuerzo y dedicación no pasaron desapercibidos, y Costas, al enterarse de su aventura, le ofreció una entrada para el partido. Este gesto no solo demuestra la grandeza del técnico, sino también su compromiso con los hinchas que siguen a Racing en cada paso del camino.
El encuentro tuvo lugar en el hotel Yatch Club de Golf, donde Alejo logró ingresar gracias a su comunicación previa con Costas. Con el corazón lleno de emoción, el joven grabó el momento en video, compartiendo su alegría con sus seguidores en redes sociales. En el clip, se puede ver cómo se abrazan y celebran el encuentro, un testimonio palpable de la pasión que une a los jugadores y a la afición.
Costas, conocido por su cercanía con los hinchas, enfatizó la importancia de cuidar a quienes apoyan al club. Su mensaje fue claro: el compromiso con la afición es fundamental para llevar a Racing a lo más alto. Esta conexión emocional es lo que hace que el fútbol sea más que un simple deporte; es una comunidad unida por la pasión y el amor por los colores.
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Alejo no solo recibió una entrada para la final, sino que también se llevó consigo una experiencia que recordará toda su vida. Este encuentro simboliza el espíritu de Racing, donde los hinchas son parte fundamental de la historia del club. La dedicación de Ciganotto, quien ya había caminado hasta Brasil para ver a su equipo, es un ejemplo de la lealtad que caracteriza a los seguidores de la Academia.
En un contexto donde las emociones están a flor de piel, este tipo de historias son las que enriquecen el mundo del fútbol. La relación entre los hinchas y los jugadores trasciende el campo de juego, y el encuentro entre Alejo y Costas es una muestra de que, en Racing, la pasión y el compromiso son valores que se viven intensamente. La final de la Copa Sudamericana promete ser un evento memorable, no solo por el juego en sí, sino por las historias humanas que se entrelazan en torno a él.
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