El Colo Barco está en la cresta de la ola. Desde Francia, donde brilla en el Racing de Estrasburgo, el mediocampista de 21 años decidió hablar sin filtros sobre su pasado en Boca Juniors, su relación con Juan Román Riquelme y los misteriosos llamados que nunca fueron atendidos. En una charla con el youtuber Ezzequiel, el jugador no se guardó nada y dejó frases que van a dar que hablar en la Bombonera.
Lo más llamativo no fue solo lo que dijo, sino cómo lo dijo. Con una mezcla de nostalgia y desapego, Barco admitió que su salida del club no fue como él la imaginaba. "La idea nuestra tal vez era seguir unos 6 meses o un año más, para seguir formándome", confesó, dejando en claro que su partida no fue un capricho, sino una decisión forzada por circunstancias que aún hoy generan dudas.
El misterio de los llamados ignorados por el Consejo de Fútbol
El tema que más ruidos generó fue el de las negociaciones fallidas. Barco reveló que su representante intentó comunicarse con el Consejo de Fútbol de Boca en pleno proceso de renovación, pero nunca recibieron respuesta. "La verdad, no sé por qué no contestaron. Ya pasó hace mucho", dijo, aunque el tono dejó entrever que la herida aún no cicatriza del todo.
Lo más impactante fue su postura actual: "Hoy no les diría nada, porque ya está, no vale la pena meterme ahí". Una frase que suena a desinterés, pero que en el fondo esconde una decepción profunda. No es cualquier cosa que un jugador de su nivel, formado en el club, sienta que lo dejaron de lado sin explicaciones. Y aunque ahora está feliz en Europa, el fantasma de lo que pudo ser sigue ahí.
La relación con Riquelme: "Nunca hubo, ni hay"
Aquí llegó el momento más esperado. Barco fue consultado sobre las declaraciones de Juan Román Riquelme, quien en su momento lo criticó por irse del club activando su cláusula de rescisión. Su respuesta fue contundente: "No me generó nada, porque no me esperaba nada. Entonces no me sorprendió". Palabras que dejan en evidencia que, para él, el vínculo con el ídolo xeneize siempre fue inexistente.
Pero el golpe final llegó cuando le pidieron que calificara su relación con Riquelme del 1 al 10. En lugar de un número, soltó una bomba: "Nunca hubo relación, ni hay". Cinco palabras que dicen más que cualquier explicación. No hay rencor, pero tampoco afecto. Simplemente, dos mundos que nunca se encontraron, a pesar de compartir el mismo club y los mismos colores.
De la Cuarta a Europa: el ascenso fulminante de Barco
No todo fue polémica. Barco también repasó su increíble trayectoria dentro de Boca, donde pasó de ser bajado a la Cuarta División a convertirse en una pieza clave bajo el mando de Jorge Almirón. "Cuando subí a Primera, fue sin pretemporada porque a mí me habían bajado a Cuarta. Después estaba que jugaba y no jugaba en Reserva", recordó.
El giro llegó cuando Almirón lo vio en acción y decidió apostar por él. "Un día llegó, me vio un partido y me empezó a poner, poner, poner y poner… y no salí más", contó con una sonrisa que se nota incluso en el audio. Hoy, reconoce que mejoró mucho en ese aspecto: "Ahora creo que lo mejoré mucho", admitió, refiriéndose a su resistencia y rendimiento en los 90 minutos.
El futuro: ¿Vuelta a Boca? Y sus ídolos innegociables
Entre tanta confesión, también hubo lugar para el futuro. Cuando le preguntaron si volvería a Boca, la respuesta fue clara y sin dudas: "Sí, obviamente". Una declaración que va a ilusionar a más de uno en la parcialidad xeneize, aunque por ahora su cabeza está puesta en Estrasburgo y en el sueño de jugar el Mundial 2026.
Y como no podía ser de otra manera, Barco también dejó su lista de ídolos y preferencias. Carlos Tevez se llevó todos los premios: mejor jugador de las inferiores de Boca en el siglo XXI, mejor jugador que vio en la liga argentina y mejor jugador que vio en el club. Leandro Paredes fue su elección como el mejor del fútbol argentino actual, mientras que Juan Román Riquelme se quedó con el título de mejor jugador que vio en la Copa Libertadores.
Las frases que quedan resonando
Más allá de los nombres y los elogios, lo que realmente quedó fluyendo en el aire fueron sus definiciones sobre Boca. "Mejor logro: Jugar en Boca. Estadio más lindo: La Bombonera. Equipo al que nunca iría: River", enumeró con la seguridad de quien sabe que, pase lo que pase, su corazón siempre tendrá un rinconcito azul y oro.
Pero la frase que más va a dar vueltas es esa que dejó tirada sobre Riquelme. "Nunca hubo relación, ni hay". No es un ataque, ni una queja. Es simplemente la realidad de un jugador que, a pesar de todo, sigue queriendo al club que lo vio crecer. Y aunque hoy su presente está en Francia, el futuro podría volver a escribirse en La Ribera.
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