El Comité de Seguridad en el Fútbol no se quedó de brazos cruzados tras los incidentes del último Superclásico entre Boca y River. Este martes, se tomó una decisión que impacta directamente en el próximo partido del Xeneize: no habrá banderas en las tribunas cuando reciba a Tigre este domingo a las 20:15 por la última fecha del Torneo Clausura 2025. Una medida que busca frenar los excesos y garantizar la seguridad en el estadio.
La medida surge como respuesta a los "excesos ocurridos" durante el recibimiento del equipo en La Bombonera, donde el clima de fiesta se descontroló con un show de papelitos y situaciones que, según las autoridades, pusieron en riesgo la seguridad. Boca deberá jugar sin sus icónicas banderas, un elemento clave en la identidad del club, lo que sin duda generará malestar entre los hinchas.
La sanción a Uriel Hamra: dos años sin estadio
Además de la sanción colectiva, el Comité no pasó por alto la invasión de campo de Uriel Hamra, el hincha de Boca que se grabó "gastando" a los jugadores de River y desencadenó la reacción violenta de Maxi Salas. El joven de 20 años quedó inhabilitado por dos años para ingresar a los estadios, una medida que busca enviar un mensaje claro sobre los riesgos de este tipo de acciones.
Hamra, en diálogo con TN, intentó justificarse: "Fue algo fortuito, no tuve intenciones de burlarme. Todo lo que es quilombo, yo voy para el otro lado. No me gusta la exposición. No hice nada fuera de lugar". Sin embargo, su declaración no evitó el castigo. "Me sorprendió la actitud de Salas, pero entiendo que debía estar caliente y se la agarró con el primero que vio", agregó, mostrando cierta comprensión hacia el jugador de River.
¿Qué sigue para Boca y River?
La sanción a Boca y la inhabilitación de Hamra dejan en evidencia que las autoridades no tolerarán más desmanes en los estadios. La Bombonera, uno de los templos más vibrantes del fútbol argentino, deberá prescindir de sus banderas el próximo domingo, un detalle que sin duda afectará el ambiente del partido. Mientras tanto, River sigue en el ojo de la tormenta por la agresión de Salas, un episodio que aún genera polémica.
El fútbol argentino sigue en tensión, con medidas que buscan equilibrar la pasión de los hinchas con la necesidad de seguridad. Boca deberá adaptarse a esta nueva realidad, mientras River espera que sus jugadores mantengan la calma en los próximos compromisos. La pelota sigue rodando, pero las sanciones ya están en juego.
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