En Boca Juniors ya no hay margen para parches. Con el equipo sumergido en una racha de 11 partidos sin victorias —la peor de su historia— y con la Copa Conmebol Libertadores como objetivo dependiente del Torneo Clausura, Juan Román Riquelme activó una medida tan fuerte como inesperada. El presidente del Xeneize, golpeado por el presente deportivo y el clima caliente en la Bombonera, decidió cambiar de raíz la conducción del fútbol profesional. ⚠️
El contexto es crítico: el ciclo de resultados negativos no solo complica el año, sino que erosionó la paciencia del hincha y dejó al plantel de Miguel Ángel Russo bajo la lupa. En ese escenario, la dirigencia entendió que el modelo de gestión tenía que mutar ya, sin esperar al mercado de pases ni a nuevas eliminaciones.
Una determinación que sacude al club 💥
La decisión de Riquelme fue clara y sin medias tintas: se disuelve el Consejo de Fútbol que venía manejando el día a día del plantel profesional. El área, que había sido un sello distintivo de la gestión desde la llegada del ídolo al poder, deja de existir, y el club se encamina a reconfigurar su estructura deportiva con un modelo más tradicional: un mánager como puente entre la dirigencia y los jugadores.
Recién ahora se entiende el alcance del movimiento: Raúl Cascini y Mauricio Serna dejan sus cargos, mientras que Marcelo Delgado seguirá en la institución, aunque con funciones diferentes. El objetivo no es solo corregir el rumbo futbolístico. También busca descomprimir el malestar que el socio y el hincha arrastran hace tiempo y que venía apuntando directo contra los integrantes del Consejo después de cada golpe duro.
Las razones detrás del quiebre
La ruptura no se explica únicamente por el presente deportivo. Desde que Riquelme asumió la presidencia a mediados de 2023, la relación del Consejo con la gente tuvo varios tropiezos que nunca se terminaron de reparar. Uno de los episodios más pesados fue la inscripción tardía de refuerzos para la serie contra Independiente del Valle en la Copa Sudamericana, un error que el hincha nunca olvidó.
A eso se sumaron declaraciones públicas que no cayeron bien. Hubo pocas señales de autocrítica tras eliminaciones dolorosas y, en particular, una frase de Serna encendió la bronca: el exvolante aseguró que “habían malacostumbrado al hincha a ganar”. Ese mensaje profundizó el desgaste y dejó al Consejo en el centro de las críticas.
Nueva era: el plan de Román y Delgado
Con el Consejo fuera de juego, Riquelme y Delgado ya se mueven para encontrar un mánager que tome el control deportivo para la segunda parte del año y lo que resta del mandato del presidente, que finaliza a fines de 2027. La idea es clara: una conducción profesional, con un interlocutor único y un proyecto que ordene el vestuario y el mercado de pases.
En este punto, el nombre que empezó a sonar con fuerza es el de Carlos Navarro Montoya. El exarquero, muy identificado con el club y con ganas de volver, aparece en la lista de candidatos a ocupar ese rol, aunque no es el único. La dirigencia maneja varias alternativas y la decisión será estratégica: no quieren apurar un anuncio sin alinear la propuesta de trabajo con el cuerpo técnico de Russo y las urgencias del calendario. 🧩
Qué se juega Boca en el corto plazo
El Xeneize quedó atado al Clausura para subirse al tren de la Libertadores 2025. Ese es el foco y condiciona cualquier movimiento que se haga puertas adentro. El plantel necesita resultados ya, pero también un marco institucional que lo proteja. La búsqueda del mánager apunta a eso: bajar el ruido, ordenar prioridades y evitar errores que vuelvan a costar caro.
El desafío de Riquelme es doble: reconstruir confianza con el hincha y rearmar una estructura que sea competitiva y eficiente. El adiós al Consejo es un mensaje hacia todos los frentes: se terminó una etapa y empieza otra, con el ídolo mayor de la casa tomando el control de las decisiones clave.
Un cambio que marca agenda en el fútbol argentino ⚽
La movida no pasa desapercibida en el resto del fútbol local. En un momento donde varios clubes optan por modelos mixtos y direcciones deportivas profesionales, Boca pega un volantazo para recuperar identidad y resultados. El final de la novela del Consejo deja una certeza: en Brandsen 805 ya no hay espacio para internas, chispazos ni desorden.
Ahora, la pelota está del lado de la dirigencia. Elegir al mánager correcto puede definir no solo el cierre del año, sino el legado de esta gestión. Con Riquelme al mando y Delgado como pieza de apoyo, el Xeneize busca volver a ser protagonista desde la base: decisiones claras, menos exposición y más fútbol. Los próximos días pueden traer novedades… y el hincha espera que esta vez, sí, el cambio sea para bien. 🔵🟡
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