La pasión desborda en la Ribera, pero no es por alegría. La atmósfera en Boca Juniors está más cargada que nunca y el grito de la hinchada es uno solo: ¡basta! El club, con toda su historia y grandeza, se posiciona por encima de cualquier figura, por más emblemática que sea. Los nombres que resonaron en la gloria, desde Mauricio Macri hasta Diego Maradona, pasando por Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto y Carlos Tevez, quedan relegados ante el poder del escudo y la exigencia de un público que respira el azul y oro.
¿Crisis de Autoridad? 🧐
El detonante, una vez más, fueron los malos resultados. Pero esta vez, la bronca no se dirigió solo contra jugadores o cuerpo técnico. La furia popular se concentró en una sola persona: Juan Román Riquelme, el actual presidente del club. Una manifestación contundente, la segunda en poco tiempo, dejó en claro un mensaje sin vueltas: se pide la renuncia de todos. Y lo más impactante no fue la protesta en sí, sino el momento en que se produjo: justo antes de una tanda de penales crucial contra Lanús.
El ambiente se calentó cuando, según versiones, se profirió un escandaloso insulto contra Riquelme en pleno estadio. Algo impensable hasta ahora. La reacción de la afición, siempre apasionada y protectora con sus ídolos, evidenció un quiebre en la relación. El respeto, quizá, permanece, pero el miedo, ese que antes paralizaba a algunos, parece haberse desvanecido por completo.
Un Escenario Inédito para Román 🤯
La situación es delicada y representa un desafío sin precedentes para el ex enganche. Siempre se manejó como un David enfrentando a Goliat, denunciando los manejos de los "poderosos" como Macri y criticando a aquellos que, según él, estaban alineados con intereses oscuros. Se protegía en el cariño de la gente, que lo veía como un símbolo de rebeldía y transparencia.
Ahora, la ecuación se ha invertido. Román se encuentra por primera vez enfrentado al mismo pueblo que lo elevó al altar. La defensa que recibió de grupos como la barra brava La 12, a quienes antes criticaba, lo expone aún más y lo coloca en una posición incómoda.
¿Caprichos y Malas Decisiones? 🤔
Las críticas no se limitan a los resultados deportivos. La hinchada cuestiona la gestión de Riquelme, señalando decisiones cuestionables y una serie de "caprichos" que no reflejan la grandeza del club. Una de las más polémicas fue la insistencia en nombrar a Mariano Herrón como director técnico… ¡por cuarta vez! Esta repetición ha generado frustración y desconfianza en un sector importante de la afición.
El tiempo juega en contra de Riquelme. Le quedan dos años y medio para revertir esta situación y recuperar la confianza del hincha. De lo contrario, su salida podría no ser una renuncia voluntaria, sino un desplume definitivo en las urnas. La exigencia es máxima y la paciencia, finísima. La presión es inmensa y el futuro del "10" en la presidencia de Boca está más incierto que nunca.
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